La importancia del suelo en los jardines y cómo cuidarlo
- laplantineracl
- 20 feb
- 2 Min. de lectura
El suelo es un recurso fundamental en la jardinería sustentable, ya que proporciona los nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas y mantiene el equilibrio ecológico del entorno.
Un suelo saludable es la base para un paisaje sostenible, permitiendo una mejor retención de agua, la regeneración de la biodiversidad y la reducción de la erosión.

Funciones clave del suelo en la jardinería sustentable
Almacenamiento y suministro de nutrientes: Un suelo rico en materia orgánica y microorganismos benéficos mejora la disponibilidad de nutrientes para las plantas, reduciendo la necesidad de fertilizantes sintéticos.
Regulación del agua: Un buen suelo actúa como una esponja, absorbiendo y liberando agua según las necesidades de la vegetación, disminuyendo la dependencia del riego y previniendo inundaciones o sequías.
Soporte para la biodiversidad: Los suelos saludables albergan una gran diversidad de microorganismos, lombrices y otros organismos que contribuyen a la descomposición de la materia orgánica y a la formación de humus, clave para la fertilidad del suelo.
Secuestro de carbono: La materia orgánica del suelo ayuda a capturar carbono atmosférico, reduciendo los efectos del cambio climático.
Prácticas para el cuidado del suelo en jardines sustentables
Uso de compost y abonos orgánicos: Agregar compost casero o estiércol bien descompuesto mejora la estructura del suelo, aporta nutrientes esenciales y fomenta la actividad biológica.
Cobertura vegetal y mulching: Utilizar coberturas vegetales o mulch orgánico (como hojas secas o corteza de madera picada) protege el suelo de la evaporación, la erosión y las malezas, además de aportar materia orgánica a medida que se descompone.
Evitar el uso de pesticidas y fertilizantes químicos: Estos productos pueden degradar la vida del suelo y contaminar el agua subterránea. En su lugar, es recomendable optar por alternativas naturales, como biofertilizantes y control biológico de plagas.
No compactar el suelo: Evitar el pisoteo o el uso excesivo de maquinaria en zonas verdes ayuda a mantener su estructura porosa y aireada, permitiendo un mejor crecimiento radicular y la filtración de agua.

El cuidado del suelo es una de las prácticas más importantes en la jardinería sustentable. Implementar técnicas de conservación y regeneración del suelo no solo mejora la salud de las plantas y la biodiversidad del ecosistema, sino que también contribuye a la mitigación del cambio climático y a la creación de espacios verdes más resilientes y autosuficientes.
Al dar prioridad a un suelo saludable, estamos invirtiendo en un futuro más sustentable para nuestras ciudades y comunidades.
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